Ella no es la típica tímida y retraída. Así que no es ninguna sorpresa que Vicky Pattison pusiera toda la carne en el asador para llevarse la atención cuando salió de fiesta en Londres el sábado por la noche. La personalidad de telerrealidad fue vista llegando al Opal Club, donde hizo alarde de sus curvas en un vestido ceñidísimo mientras intercambiaba un montón de carantoñas con su novio, Stephen Bear.
Al llegar al lugar, en el terraplén de la ciudad, la geordie lucía un vestido ceñido de color gris pardo metálico. Con su pelo marrón suelto en una cascada de ondas, que escondía el detalle del escote en la espalda, que compensó mostrando sus largas piernas, descubriendo sus brazos y con unos zapatos con detalle transparente. Naturalmente, también lucía montones de maquillaje pesado y pestañas falsas de gran tamaño.
Claramente con ganas de llamar la atención, inmediatamente se puso en modo empalagoso con su pareja ― antes de lanzarse a una exhibición pública completísima de afecto. Besando apasionadamente a la vista del resto de asistentes a la fiesta, Stephen incluso apoyó la mano en su trasero mientras se tocaba el pecho durante el abrazo.
Al llegar al lugar, en el terraplén de la ciudad, la geordie lucía un vestido ceñido de color gris pardo metálico. Con su pelo marrón suelto en una cascada de ondas, que escondía el detalle del escote en la espalda, que compensó mostrando sus largas piernas, descubriendo sus brazos y con unos zapatos con detalle transparente. Naturalmente, también lucía montones de maquillaje pesado y pestañas falsas de gran tamaño.
Claramente con ganas de llamar la atención, inmediatamente se puso en modo empalagoso con su pareja ― antes de lanzarse a una exhibición pública completísima de afecto. Besando apasionadamente a la vista del resto de asistentes a la fiesta, Stephen incluso apoyó la mano en su trasero mientras se tocaba el pecho durante el abrazo.
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